Pensar Socialista - Editoriales

Pensar Socialista en Argentina. Ideas, proyectos y construcciones sociales

En el macro del Programa de Reconocimiento Institucional de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, se presentó un proyecto centrado en el estudio de la valoración de las ideas socialistas en la historia argentina.
Los análisis se desarrollarán básicamente en la perspectiva de la reflexión histórica-teórica y filosófica, sobre una muestra representativa de los más destacados integrantes de la intelectualidad del pensamiento socialista argentino desde la Revolución de Mayo a la Actualidad, entre los cuales se cuentan filósofos, escritores, educadores, políticos, etc.
Como estrategia metodológica se realizará una periodización histórica, a fin de abordar expresamente los exponentes intelectuales que hayan tenido suficiente influencia en cada lapso convencional que se configure, a partir de ciertas tendencias nacionales e internacionales.
A partir de ello, delimitar la relación entre las ideas y proyectos concebidos por los pensadores socialistas y su relación con las construcciones sociales derivados de los mismos.
Esperamos con este humilde aporte intelectual contribuir al avance del socialismo en Argentina

Ricardo Romero y Jorge Tula (post mortem). Directores.

Ver Proyecto Pensar Socialista en Argentina
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domingo, 20 de diciembre de 2009

JORGE RIVAS ENCABEZÓ SU PRIMER ACTO PÚBLICO


 El diputado nacional Jorge Rivas encabezó ayer un acto del Partido Socialista (PS) de la provincia de Buenos Aires en el salón Bolívar del Hotel Bauen. Lo acompañaron el también diputado nacional Ariel Basteiro, el secretario de Relaciones Parlamentarias del gobierno nacional, Oscar González, y figuras extrapartidarias del campo del centroizquierda, entre ellos, Carlos Heller, Fabio Basteiro, Ricardo Forster, Gustavo López, Gabriel Fuks, Adriana Puiggros, Carlos Girotti, María José Lubertino, Lucrecia Monteagudo, Lia Méndez, Claudio Heredia, Gustavo Cardesa y Nora Cortiñas. Además saludaron la reasunción de Jorge Rivas como secretario general del PS bonaerense Martín Sabbatella, Agustín  Rossi, Daniel Filmus, Estela de Carlotto, Hugo Yasky y varios intendentes del conurbano bonaerense.

En el encuentro, Jorge Rivas señaló que “necesitamos un socialismo fuerte, que ayude a profundizar los cambios y que siga trabajando en la convergencia entre nuestra propia tradición socialista y la de la izquierda nacional y popular. Ya nos lo marcó ese gran poeta que fuera nuestro compañero Mario Bravo: el nuestro no es partido de gobierno ni de oposición, sino de clase, y en realidad fue él quien nos dejó claro hace más de cincuenta años donde debíamos estar en esta confusa etapa”.

"Participaron más de 500 militantes socialistas de la provincia de Buenos Aires y de otros distritos como Córdoba, Entre Ríos, San Juan y La Rioja, todos juntos, por el fortalecimiento del PS bonaerense en la construcción de un proyecto político que profundice políticas sociales, culturales y económicas para el bien del pueblo y los trabajadores", dijo Basteiro.

González, por su parte, declaró que "sin perder la plena autonomía política, el socialismo bonaerense acompañará todas aquellas medidas oficiales que signifiquen profundizar el modelo productivo y de inclusión social que encarna el gobierno nacional".

El último acto que había encabezado Rivas fue junto a la entonces candidata a presidente Cristina Fernández y a la senadora chilena Isabel Allende –hija de Salvador Allende-, un encuentro de todo el campo de centroizquierda que se realizó en el Hotel Panamericano el 13 de octubre de 2007, un mes antes de sufrir el asalto que, por las lesiones recibidas, lo dejó fuera de toda actividad política hasta el pasado 20 de mayo, cuando asumió la banca de diputado nacional por la que había sido elegido, justamente, en las elecciones de octubre de 2007.

Marcos Viancheto / Sabrina Roth
 
Discurso de Rivas:


Compañeros:
                   

Vivimos una etapa crucial para nuestro país, ya que se enfrentan dos bloques políticos claramente antagónicos. En uno confluyen la tradición nacional y popular junto con la izquierda institucionalista, y allí decidimos estar, porque lo que queremos no es seguir siendo comentaristas de la etapa, sino embarrarnos en la realidad en busca de una nueva identidad política que sirva como herramienta de cambio en la dirección que proponemos.
El otro bloque es un rejunte en el que la tradicional y rancia derecha se amontona con la nueva, igualmente recalcitrante cuando de defender su renta se trata, y con un grupo de organizaciones satélites que le son funcionales. Es allí donde se encuentra nuestro partido en el orden nacional, un lugar del que exigimos salir, ya que vuelve a repetirse el error histórico de estar en contra de los intereses populares. La última vez que lo cometimos, tuvimos que andar más de medio siglo como patrulla perdida.
Ya nos lo marcó ese gran poeta que fuera nuestro compañero Mario Bravo: el nuestro no es partido de gobierno ni de oposición, sino de clase, y en realidad fue él quien nos dejó claro hace más de cincuenta años donde debíamos estar en esta confusa etapa. Esto es así porque sería tan necio negar los importantes avances que en estos últimos años ha experimentado el pueblo trabajador, como también lo sería negar lo mucho que aún nos falta avanzar para lograr edificar una sociedad realmente justa.
A algunas cosas las vamos aprendiendo al andar, y a otras las aprendimos ya hace tiempo. Ya no podemos engañarnos, por ejemplo, con aquel viejo aserto según el cual “cuanto peor, mejor”, es decir que a mayor agudización de contradicciones, mejor caldo de cultivo para revueltas revolucionarias. Tampoco podemos guiarnos por la idea determinista de que primero debe derrumbarse el viejo edificio totalmente para poder construir uno nuevo o por aquella de que un cambio revolucionario es un mágico acto como el de pasar de la vida a la muerte. El siglo XX se encargó de demostrarnos con múltiples ejemplos sociales que los cambios revolucionarios son largos y trabajosos procesos llenos de pequeñas contradicciones.
Por eso decimos que hay que profundizar los cambios cuidando lo que se ha avanzado, ya que somos conscientes de que ese proceso de cambios molesta al bloque depredador, que va a tratar de detenerlo de variadas maneras. Además de ser poderosos, los enemigos del progreso social están bien organizados, lo que le da un sabor especial a cada paso que se avanza con su oposición.
Es imperioso también que se entienda la necesidad de pluralidad y diversidad para empujar un verdadero programa de reformas, aprendiendo de la derecha, que no se detiene en los matices ideológicos cuando de defender sus intereses se trata. Nosotros también tenemos intereses concretos que defender, como ayudar a sacar a compatriotas de la pobreza, crear trabajo estable y de calidad, democratizar la renta. Frente a esas tareas no nos podemos permitir purismos ideológicos. También debemos defender nuestra autonomía para apoyar con convicción  los aciertos y para señalar también con convicción lo que consideramos errores. Flaco favor nos haríamos si nos disfrazáramos de lo que no somos y practicáramos un seguidismo bobo: nuestro rol  es el de apoyar el rumbo general y ser implacables con los desvíos.
Estamos reasumiendo con alegría la conducción del partido en la provincia, para sacarlo de la virtual clandestinidad en la que ha estado este último año y para darnos más organización, como lo exigen los difíciles tiempos que se vienen. Les vuelvo a decir que el presente es de militancia, esfuerzo y concientización. El futuro es nuestro.
Por último quiero agradecerles tanto afecto recibido, seguro de que ha sido fundamental para poder estar nuevamente militando junto a ustedes por una sociedad justa.
Un enorme abrazo a todos y muchas gracias.

                   ¡Viva el socialismo!

viernes, 18 de diciembre de 2009

Las y los socialistas despidieron el año

El pasado 14 de diciembre, la Corriente Unidad Socialista junto a diversas organiaciones socialistas realizaron un brindis para despedir el año y recibir el Bicentenario. En el mismo participaron el Secreterio de Asuntos Parlamentarios Oscar González, el Diputado Nacional Ariel Basteiro y la Legisladora de la Ciudad María José Lubertino.

En el mismo hicieron uso de la palabra Silvia Vilanoba, Ricardo Romero y Alejandro Rofman, tocándole el turno de hacer el brindis a Juan Carlos Fernández Alonso.

Durante el brindis hubo cine y guitarreada.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Construcción de una propuesta Socialista. Por Ricardo Romero


Construcción de una propuesta Socialista

Ricardo Romero
Red Socialista Alfredo Palacios
Corriente Unidad Socialista CABA

La visita de Julio Cobos a un centro socialista en Mataderos, parecía ser el colorario de una política que propone una alianza con el radicalismo, y con ello ir detrás de un proyecto que defiende el poder concentrado del campo. La estrategia parlamentaria del bloque socialista llevada en la votación de la Ley de Medios permite repensar el rol del Partido Socialista, y colocarlo en un rol propositivo y a su vez dar protagonismo a Hermes Binner en la política nacional.
Es preciso comprender que el escenario político actual le presenta al socialismo un dificil camino en la construcción de un proyecto nacional, porque si se protege los ropages republicanos, se termina aliado al radicalismo y cercano a viejas estructuras oligárquicas terratenientes, y si apuesta a la defensa de los derechos sociales, se articula un acercamiento a los movimientos sociales pero se queda cercano al poder de los intendentes y gobernadores, y sin la hegemonía de cambio.
Este esquema fracciona al Partido Socialista y lo deja con políticas de alianzas diferenciadas según el nivel nacional, provincial y municipal. Por ejemplo, en Santa Fe fue en un Frente; en la Provincia de Buenos Aires se intervino el distrito para aliarse al radicalismo (mientras que parte de los socialistas bonaerenses iba en el Frente para la Victoria); en la Ciudad de Buenos Aires enfrentaron solitariamente el proceso electoral (con socialistas en otras listas), y otras provincias se iba en frentes, como La Rioja, o con nuevos partidos, como en Santa Cruz.
En definitiva, las múltiples estrategias electorales tienen que ver con un mozaico político complejo, donde la construcción del socialismo se hace en multiniveles o en diferentes terrenos político electorales, que acompañan propuestas y políticas de transformación que se impulsan en los gobiernos municipales, provinciales o nacional. En este sentido, la táctica de proponer y debatir cambios en un proyecto de Ley, generada por Hermes Binner, marcan una política correcta sobre cómo apuntalar cambios que favorezcan los derechos y la ciudadanía.
Por ende, quienes propiciamos una Unidad Socialista que impulse un Partido amplio, democrático y participativo, entendemos que debemos profundizar el debate sobre las líneas de acción programáticas que permitan colocar al socialismo como protagonista de la construcción del futuro de nuestro país. Frente a la desestructuración de los partidos políticos debemos generar alianzas cruzadas entre sectores progresistas, populares y democráticos en cada realidad municipal, provincial y nacional.
Así, la política parlamentaria del socialismo es un buen paso para no dejar al Partido Socialista detrás de los intereses del poder concentrado y avance a los acuerdos políticos (institucionales, parlamentarios o de gestión) que fortalezcan a aquellas políticas que den un constante avance a las conquistas sociales. Es claro que las gestiones de Rosario y Santa Fe no pueden jugar a la mera oposición y deben generar acuerdos con el gobierno nacional.
Aún tenemos el desafío de articular una propuesta que pueda poner al Partido Socialista en un rol histórico en Argentina. Para ello, tenemos que impulsar la reactivación de sus espacios de deliberación, de sus ámbitos de participatición y de sus mecanismos de decisión democráticas, para poder fortalecer un proyecto que, como señalamos, no va a ser uniforme y homogéneo, sino por el contrario, tendrá una diversidad que deberá orientarse garantizar en distintos niveles, la defensa de la economía social, el avance de los derechos, la participación ciudadana y el latinoamericanismo. Sólo así, el Partido Socialista será constructor del socialismo en nuestro país.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Reflexiones sobre Democracia Participativa y Socialismo.


Propuesta para en los tiempos que corren


Ricardo Romero
Politólogo UBA/UNSAM
Red Socialista Alfredo Palacios
Unidad Socialista


            La lucha por el socialismo podríamos rastrearla a lo largo de la humanidad, podríamos empezar por el levantamiento de Espartaco, pasando por el socialismo utópico hasta las concepciones socialdemócratas y comunistas del siglo XIX y XX.
            Quizás, para un/a militante contemporáneo/a, estas dos tradiciones son las más asequibles como propuesta socialista, sin embargo, poder pensar otras formas de construcción nos puede abrir nuevos caminos en la era Post Muro de Berlin.
            Es claro que las luchas obreras daban sustento a una propuesta socialista de corte obrerista, que ponía como base programática la superación del capitalismo a través de una expropiación de los medios de producción.
            Sin embargo, con el desarrollo de las fuerzas productivas y el rol asumido por el Estado, dan un escenario mucho más complejo para una propuesta emancipadora. En la actualidad, se presentan nuevos desafíos para la construcción de una propuesta socialista.
            En primer lugar, los temas de un proyecto político deben incluir problemáticas como el acceso al agua, el derecho al medio ambiente, el respecto a la identidad cultural, la igualdad de género, la garantía por los derechos humanos, la aceptación de la diferencia sexual, en fin, un abanico multidimensional de problemáticas que un programa socialista debe enfrentar.
            La construcción del imaginario socialista nos debe mover a estar presentes en todas las reivindicaciones de los excluidos de la sociedad post-moderna. Como decía un Comandante: “debemos luchar contra toda injusticia en cualquier parte del mundo”.
            Sin embargo, ante esta multiplicidad de objetivos, el método de construcción del socialismo no puede centrarse en un “sujeto clave” o, menos aún, una “vanguardia iluminada”.
            Si bien la lucha, hoy más que nunca, es a nivel internacional, también la dimensión local presenta un desafío de construcción del socialismo. No es con el “doble poder leninista” o el “sustitucionismo parlamentario socialdemocrata”. La radicalización democrática debería encauzar las nuevas prácticas de un socialismo renovado, que pueda “con” la sociedad, construir un nuevo mundo.
            La emancipación humana es un complejo conflictivo proceso, donde la Democracia Participativa juego un rol fundamental en evitar la delegación del poder popular y la dominación despótica del capitalismo. Implica un proceso de ciudadanización y práctica colectiva que concientiza sobre una identidad humana, con “Igualdad, Libertad y Fraternidad”.
            Repensar al ciudadano en el compromiso constante de la gestión de la República, profundizando la búsqueda de proyectos inclusivos y garantizando los derechos esenciales del hombre, es un paso a seguir como base del nuevo socialismo.
            Con este horizonte, el camino para un “Nuevo Hombre y Mujer” estará cercano.

jueves, 30 de julio de 2009

Socialismo más allá del Partido Socialista

Ricardo Romero
Red Socialista Alfredo Palacios
Corriente Unidad Socialista
Partido Socialista

El Partido Socialista cruje por dentro, en las elecciones pasadas tuvo diversas estrategias electorales. Desde ir en un frente en Santa Fe, aliado al Radicalismo en Provincia de Buenos Aires (previa intervención y expulsión de los referentes mayoritarios del distrito), sólos en Ciudad de Buenos Aires, en frentes pero con estrategia propia, como en La Rioja, e incluso, con nuevo partido, como en Santa Cruz.
Lo cierto es que se presenta un dificil posicionamiento para el socialismo, en la construcción de un proyecto nacional. Si protege los ropajes republicanos, termina aliado al radicalismo y cercano a las viejas estructuras oligárquicas terratenientes; y si apuesta a una construcción popular, la alianza natural son los movientos sociales y queda cercano al poder de los intendentes y gobernadores, sin tener una hegemonía de cambio y ciudadanización.
Las elecciones pasadas dejaron diversos mensajes, algunos más explícitos que otros, o incluso, ciertos resultados se minimizan, como la pérdida electoral del macrismo en la Ciudad de Buenos Aires. En definitiva, las múltiples estrategias electorales tienen que ver con un mozaico político, donde la construcción del socialismo se hace en multiniveles o en diferentes terrenos político electorales, que van desde lo municipal, lo provincial y lo nacional.
Quienes propicipamos una Unidad Socialista que impulse un Partido amplio, democrático y participativo, entendemos que debemos profundizar el debate sobre las líneas de acción programáticas en cada unos de los niveles municipales, provinciales y nacional; sencillamente, porque la desestructuración de los partidos políticos, provocaron alianzas cruzadas entre sectores progresistas, populares y democráticos de las distintas identidades políticas y con diferentes articulaciones en cada realidad provincial.
Por ende, si no se quiere caer en expulsiones e intervenciones de los distritos, es necesario pensar un Partido que pueda aceptar estrategias diferenciadas en cada nivel, incluso con acuerdos políticos (institucionales, parlamentarios o de gestión) que fortalezcan aquellas políticas que den un constante avance a conquistas sociales.
Igualmente, de hecho la construcción del socialismo se da más allá del Partido Socialista, porque como vimos, en Santa Fe, la articulación y gestión de Binner arrojaron un buen resultado a pesar de la derrota; en tanto que en Ciudad de Buenos Aires, si bien por primera vez el socialismo no elige representante local, entraron socialistas en otras listas; en tanto que en otros distritos, socialistas lograron ocupar espacios a través de listas llamadas colectoras o frentes electorales, como el flamante concejal de Chamical, La Rioja.
En tal sentido, tenemos el desafío de articular una propuesta que pueda poner al Partido Socialista en un rol histórico en la construcción del socialismo en Argentina. Para ello, tenemos que impulsar la reactivación de sus espacios de deliberación, de sus ámbitos de participatición y de sus mecanismos de decisión democráticas, para poder fortalecer un proyecto que, como señalamos, no va a ser uniforme y homogéneo, sino por el contrario, tendrá una diversidad que deberá orientarse garantizar en distintos niveles, la defensa de la economía social, el avance de los derechos, la participación ciudadana y el latinoamericanismo. Sólo así, el Partido Socialista será constructor del socialismo en nuestro país.

viernes, 19 de junio de 2009

Socialistas con ideas, votamos a Heller

Socialistas con ideas,

votamos a Heller

Lic. Ricardo Romero

Red Socialista Alfredo Palacios


Para concretar una idea, no basta con un partido o un discurso moral, es necesario articular los sujetos sociales que puedan defender y desarrollar las políticas públicas necesarias para alcanzarla. En definitiva, podemos querer eliminar la pobreza, tener seguridad, acceder a la salud, o impulsar el derecho de matriomonio gay; pero si no logramos los consensos necesarios para sostener las propuestas, las ideas se desvanecen.

De hecho, en Rosario, valuarte del programa socialista, se construyó con alianzas y articulaciones políticas en la Ciudad. Es lo que permitió a Binner llegar a la gobernación de la provincia de Santa Fe. En definitiva, entendieron que con un partido no alcanza. Incluso, cabe recordar, que algunos puntos que se impulsaron en la campaña, como la des-sojización, se dejaron de lado, al menos en el corto plazo, por la debilidad misma del PS en la provincia.

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, al igual que en la provincia, resulta imprescindible frenar el embate de quienes quieren volver al país del libertinaje financiero y los negocios del capital concetrado de la economía. Por eso, para no caer en el principismo idealista, la búsqueda de convergencias y acuerdos programáticos, muchas/os socialistas participamos en la formación del Encuentro Popular para Victoria, que expresa la defensa las transformaciones encaradas desde el 2003 y las propuestas para seguir cambiando al país.

Porque queremos converger en una integración latinoamericana, que permita el desarrollo de nuestros pueblos, para avanzar a la eliminación de la pobreza; porque queremos mejor infraestructura urbana, para mejorar la seguridad; porque queremos más inversión en hospitales, pare mejorar la salud; porque proponemos la igualdad de derechos, para otorgar el matrimonio gay o la paridad real entre varones y mujeres; porque queremos un socialismo amplio, plural y democrático, no vamos solos, estamos en el Encuentro.

Este conjunto de militantes socialistas, nucleados en la Red Socialista Alfredo Palacios y pertenecientes a la Corriente Unidad Socialista, apostamos a hacer realidad nuestros sueños, a defender un proyecto colectivo, a avanzar en el camino hacia una argentina más justa e igualitaria. Por eso, como socialistas que tenemos ideas, no nos encerramos en la burocracia de un Partido, sino que aportamos a la construcción de frente político y social que siga transformando el país. Por eso, votamos la Lista que encabeza Carlos Heller y en la que participa nuestro compañero Alejandro Rofman.

miércoles, 3 de junio de 2009

Reflexiones sobre Democracia Participativa y Socialismo

Ricardo Romero
Politólogo Socialista

La lucha por el socialismo la podemos rastrear a lo largo de la humanidad, podríamos empezar por el levantamiento de Espartaco, pasando por el socialismo utópico hasta las concepciones socialdemócratas y comunistas del siglo XIX y XX.
Quizás, para un militante contemporáneo, estas dos tradiciones son las más asequibles como propuesta socialista, sin embargo, poder pensar otras formas de construcción nos puede abrir nuevos caminos en la era Post Muro de Berlin.
Es claro que las luchas obreras daban sustento a una propuesta socialista de corte obrerista, que ponía como base programática la superación del capitalismo a través de una expropiación de los medios de producción.
Sin embargo, con el desarrollo de las fuerzas productivas y el rol asumido por el Estado, dan un escenario mucho más complejo para una propuesta emancipadora. En la actualidad, se presentan nuevos desafíos para la construcción de una propuesta socialista.
En primer lugar, los temas de un proyecto político deben incluir problemáticas como el acceso al agua, el derecho al medio ambiente, el respecto a la identidad cultural, la igualdad de género, la garantía por los derechos humanos, la aceptación de la diferencia sexual, en fin, un abanico multidimensional de problemáticas que un programa socialista debe enfrentar.
La construcción del imaginario socialista nos debe mover a estar presentes en todas las reivindicaciones de los excluidos de la sociedad post-moderna. Como decía un Comandante: “debemos luchar contra toda injusticia en cualquier parte del mundo”.
Sin embargo, ante esta multiplicidad de objetivos, el método de construcción del socialismo no puede centrarse en un “sujeto clave” o, menos aún, una “vanguardia iluminada”.
Si bien la lucha, hoy más que nunca, es a nivel internacional, también la dimensión local presenta un desafío de construcción del socialismo. No es con el “doble poder leninista” o el “sustitucionismo parlamentario socialdemocrata”. La radicalización democrática debería encauzar las nuevas prácticas de un socialismo renovado, que pueda “con” la sociedad, construir un nuevo mundo.
La emancipación humana es un complejo conflictivo proceso, donde la Democracia Participativa juego un rol fundamental en evitar la delegación del poder popular y la dominación despótica del capitalismo. Implica un proceso de ciudadanización y práctica colectiva que concientiza sobre una identidad humana, con “Igualdad, Libertad y Fraternidad”.
Repensar al ciudadano en el compromiso constante de la gestión de la República, profundizando la búsqueda de proyectos inclusivos y garantizando los derechos esenciales del hombre, es un paso a seguir como base del nuevo socialismo.
Con este horizonte, el camino para un “Nuevo Hombre y Mujer” estará cercano.

domingo, 24 de mayo de 2009

Incertidumbres sobre la estrategia del Partido Socialista en la Ciudad


Por Ricardo Romero. Corriente Unidad Socialista

Parece ser que el Partido Socialista de la Ciudad de Buenos Aires anda desorientado, le consulta a la ciudadanía porteña sobre elegir entre Frente o Acuerdo y un Partido Serio (?). Y a contra partida le pone un puño y rosa, continuando con lo confuso del interrogante para una ciencia política básica, debido a que la respuesta de sentido común es: para qué estrategia?.
Es claro que a cuando se puede articular un proyecto político, con fuerte inserción social y alto raigambre programático, puede preponderar la concentración en un partido político, sin embargo, cuando ésto no alcanza, se buscar articulaciones para alcanzar ciertos objetivos, de hecho, la Provincia de Santa Fe se ganó en el marco de un Frente y el mismo Diputado Nacional por la Ciudad de Buenos Aires salió electo en una colectora de una Coalición Cívica, y si ahora el PS en la Ciudad decide ir solo, la pregunta es: es la mejor estrategia?.
Este debate hubiera sido interesante llevarlo a cabo en las instancias partidarias, si hubiese un partido dinámico, abierto y democrático, con una militancia autónoma que pueda ejercer su deliberación y capacidad de decisión. Se sabe que ésto no sucede en el actual PS de la Ciudad, y el partido avanza, luego de haber probado algunas alianzas, hacia una solitaria estrategia.
Y el debate profundo tampoco puede centrarse en si era la mejor elección electoral, para avanzar hacia una propuesta socialista no alcanza con un Partido vacío y burocratizado, se necesita un partido inserto en las relaciones sociales y políticas de cambio, de ahí se toma la elección de la estrategia.
Hay quienes pensamos que el camino debe tomarse con el acuerdo y la convergencia en frentes políticos y sociales que sostengan la reorientaciones abiertas e impulsen cambios complementarios que nos permitan abandonar propuestas que nos retrotaen a las recetas neoliberales. Para ésto hay que definir la estrategia.
Así, en la Ciudad de Buenos Aires, frente a la gestión privatista del macrismo y al principismo regresivo del Acuerdo Cívico, muchos apoyamos la articulación que encabeza Carlos Heller, y participamos en su lista con el compañero Alejandro Rofman, fortaleciendo un espacio frentista que permita articular una propuesta real para recuparar la Ciudad para una propuesta de cambio. Esa es la estrategia.


miércoles, 20 de mayo de 2009

Jorge en la Banca de los Alfredos




Lic. Ricardo Romero
Politólogo Socialista

De repente, la Cámara de Diputados de la Nación se llenó de claveles, la lluvia de flores acompañaba el juramento del compañero Jorge Rivas, quien el destino lo pone de nuevo en una banca, como oportunamente la ocuparan Alfredo Palacios y Alfredo Bravo.
Seguramente seguirá los principios socialistas que llevaron a los Alfredo a defender a los y las trabajadoras argentinas, luchando por las mejores condiciones salariales, sociales, económicas, políticas y culturales.
Pero también, la vida le pone el desafío de incorporar nuevas visiones, como en algún momento Nicos Poulantzas planteó, el nuevo socialismo deberá tener nuevos principios para una democracia avanzada, incoporando la lucha por el ambiente, por la igualdad de género, por la diversidad sexual, entre otros tantos temas de los cuales, por supuesto, esta la accesibilidad de personas con movilidad reducida.
Y este compañero tendrá el doble desafío, integrarse e integrar, y como siempre lucho por la inclusión, hoy estará firme desde su banca impulsando políticas para una Argentina para todos y todas, por lo que seguro se va a merecer un lugar en la historia, como los Alfredo.

sábado, 9 de mayo de 2009

El lugar de la izquierda democrática - Por Jorge Rivas*

El socialismo está atravesando una de sus recurrentes crisis con un cierto aire de familia, con diferencias y parecidos con las producidas a lo largo del siglo pasado. En particular, con el debate que se produjo en el partido ante el surgimiento del primer peronismo. Entre las diferencias se encuentran el contexto histórico, la calidad intelectual de los actores que intervienen en la discusión, y el hecho de que el socialismo era entonces una importante corriente no sólo de acción sino de pensamiento, capaz de proyectar una idea de futuro. Entre los parecidos, la cuestión de qué hacer ante el populismo.

De lo que se trata, en última instancia, es de cómo debe actuar una fuerza de izquierda ante un gobierno de carácter populista y de centroizquierda, y cuyo sujeto social debería ser el sustento de cualquier gobierno popular. No cabe duda de que si hace política sin mezquindad, ella debe ayudar a remover los obstáculos que impiden las transformaciones profundas que la sociedad demanda.

La Argentina ya no es lo que era seis años atrás, un país desolado y ganado por la desesperanza. Su ciudadanía, en ese momento, eligió a Néstor Kirchner entre otras cosas porque él supo interpretar la demanda de la sociedad, como otros no supimos. Esa Argentina cambió. Y no bien empezó a sacarse de los hombros el polvo de las ruinas, pasó a demandar lo que había dejado para mejores momentos. Y está bien, así son las sociedades modernas, y por eso avanzan. A lo que está obligada nuestra Presidenta mientras la oposición sigue cirujeando en la carroña del desastre es a tener el oído atento al murmullo de la sociedad, para escuchar que la demanda cambió y para evitar que sea caldo de cultivo de la derecha. Ella puede hacerlo, porque es de las pocas dirigentes de nuestro escenario político con capacidad para entender esos datos de la realidad.

Nunca como ahora, por otra parte, se había dado en la región una oleada de gobiernos populistas de izquierda ni se había empujado tan fuerte hacia una integración multilateral. Un avance, es bueno reconocerlo, que no se debió a la penetración en el tejido social de nuestro discurso esclarecido, sino al saldo del consenso de Washington y de la aplicación salvaje de sus políticas económicas.

No podemos, entonces, desentendernos del presente y volver a cometer el repetido error de esperar nuestro tiempo óptimo para irrumpir en la escena política, sin reparar en la posibilidad de que cuando llegue ese momento –si es que llega–, tal vez nuestra posición haya devenido históricamente inútil. Alguna izquierda se empecina en esmerilar al Gobierno, como si su desgaste fuera funcional a alguna fuerza de avanzada, y no a la mera derecha. Otros compañeros están tan confundidos que llegan a ser portavoces del más rancio capital.

Apoyar, sin embargo, no significa disimular el espíritu crítico. Flaco favor les haríamos al Gobierno y a las transformaciones que pretendemos si acalláramos nuestras diferencias por temor a las represalias. Respaldar toda iniciativa que provenga del oficialismo nos haría perder tanta autonomía como a aquellos que se oponen a todo por la misma razón. Y tampoco sirve pararse en los bordes para tratar de extorsionar, un lamentable tic de la vieja política.

Ser parte del gobierno y mantener autonomía es una tarea tan ardua como imprescindible, ya que lo que le da valor agregado a nuestra presencia es mantener nuestra identidad, por más que alguno se incomode. La izquierda argentina cercana al Gobierno, consciente de que su falta de anclaje popular la hace más vulnerable, teme tal vez quedar casi sometida a una decisión administrativa. Pero trabajar con una mirada de mediano y largo plazo, para arrebatarle a la derecha la idea de futuro que históricamente ha sido patrimonio de la izquierda, obliga a desdeñar el miedo a mancharse con la gestión de gobierno.

Debemos empujar para incluir en la agenda la problemática de la desigualdad como tema principal. Parafraseando a Juan B. Justo, hay algunos que ocupan demasiado lugar en el banquete de la vida. Y si de algo podemos estar seguros, es de que ellos no se van a correr gentilmente. Hay que juntar toda la masa crítica disponible para desplazarlos de los lugares de los que se apropiaron impúdicamente.

No lo entiende así la conducción del Partido Socialista que milita en la oposición salvaje. Es probable que ya no forme parte de la corriente de pensamiento que alumbró a nuestra fuerza, sino que sólo sea un aparato burocratizado capaz de aliarse con el diablo, como ya lo hizo, aun en contra de la propia clase social que decía representar: un grupo de dirigentes que ha cambiado la vocación transformadora sencillamente por la vocación de durar.

* Dirigente socialista. Diputado nacional (electo). Ex vicejefe de Gabinete del gobierno nacional.

lunes, 20 de abril de 2009

“Quiero volver a hacer política”

EL EX VICEJEFE DE GABINETE JORGE RIVAS REGRESA AL CONGRESO EN MAYO, DESPUES DEL ASALTO Y LA GOLPIZA QUE EN NOVIEMBRE DE 2007 LO DEJO PARALIZADO

“Quiero volver a hacer política”
El dirigente socialista reasumirá la banca de diputado para la que fue electo en octubre de 2007. Casi no puede mover su cuerpo y se comunica a través de una computadora. No perdió las ganas de “hacer cosas” ni la iniciativa política. “Quiero ayudar a profundizar los cambios”, dijo en una entrevista con Página/12 en la que habló de sus desafíos y el futuro del país. Las retenciones, las candidaturas “testimoniales” y la inseguridad.

Por Martín Piqué

Jorge Rivas está sentado en una silla de ruedas. Enfrente de él hay un escritorio de madera, sobre ella hay una computadora portátil abierta con un programa de reconocimiento alfabético que permite escribir eligiendo las letras con el mouse. El cursor se desplaza guiado por los ojos, el procedimiento se completa cuando el usuario va formando las palabras con un leve movimiento de sus dedos. Al lado de la computadora hay un portarretrato con la forma de una luciérnaga de color verde. La luciérnaga, se sabe, es el insecto que puede hacer luz en medio de la noche más cerrada. En el portarretrato se ven las caras de Pilar y Sebastián, 6 y 10 años, los dos hijos de Rivas. El dirigente socialista está acostumbrado a la tarea de escoger las letras, crear las palabras. De vez en cuando oprime una tecla de la computadora y entonces la voz automatizada de la notebook lee la frase que él ha construido.

El 13 de noviembre de 2007 a la madrugada, Rivas fue asaltado y golpeado frente a una farmacia de Lomas de Zamora. La agresión lo dejó inconsciente. En la primera revisión, los médicos le diagnosticaron traumatismo de cráneo, asociado a hemorragia cerebral. Un año y cinco meses más tarde, Rivas está sentado en un departamento luminoso de Congreso dispuesto a contestar las preguntas de la entrevista con Página/12. En la sala hay un televisor sin volumen, un equipo de audio llena el ambiente con la dulce voz de la cantante de jazz norteamericana Norah Jones. Desde la ventana llega el ruido de un helicóptero de la Policía Federal que está sobrevolando la zona del Obelisco. Afuera, la atención está puesta en la movilización por el crimen del chofer de Andreani, Daniel Capristo, que llegó a la Capital desde Valentín Alsina.

La entrevista comenzó con una primera serie de preguntas enviadas por mail. Tras los saludos iniciales, Rivas exhibe las respuestas en la pantalla de la computadora. La lectura conjunta de las afirmaciones del diputado socialista promueve nuevas preguntas por parte de este diario. El contenido de las réplicas demuestra que Rivas mantiene el estilo punzante e irónico que tenían sus discursos en el recinto a lo largo de sus dos primeros mandatos como diputado. A medida que Página/12 hace las consultas en voz alta, Rivas va eligiendo las letras y las palabras que formarán la respuesta. En la mayor parte de los casos, no es necesario que en el monitor aparezca la palabra completa: el sentido se entiende con las primeras dos o tres sílabas.

En una reciente nota de opinión escrita para un diario, hace dos meses, Rivas comparaba su vida con el relato homérico de Sísifo, condenado por los dioses a cargar con una roca cuesta arriba de una montaña. Aunque la roca siempre se caía antes de llegar a la cima, Sísifo no se desanimaba y lo intentaba otra vez. Quienes están cerca de Rivas dicen que su constancia no tiene nada que envidiarle al personaje mitológico de Homero. “Quiero volver a hacer varias cosas. Sé que algunas son a largo plazo y estoy trabajando para ellas. Otras son más inmediatas, como hacer política. Creo que éste es un momento fenomenal para hacerla”, dice Rivas. Uno de los desafíos internos que se impuso el dirigente socialista es nada menos que asumir su banca como diputado. Rivas fue electo por la lista del FPV el 28 de octubre de 2007. Como la asunción era el 10 de diciembre de ese año, no pudo jurar ni renunciar al cargo: recién había pasado un mes del robo y su evolución era incierta, estaba en la primera etapa de la rehabilitación. Hoy Rivas está decidido a asumir la banca. Ya está decidido que su asunción se concretará durante el mes de mayo. El Parlamento deberá prepararse para recibir a un diputado en silla de ruedas que se comunica a través de una computadora.

–Va a jurar como diputado en poco tiempo. ¿Qué proyecto le gustaría impulsar en esta etapa?

–Sería mi tercer mandato, ya perdí las ilusiones. Me conformo con ayudar a profundizar los cambios.

–¿Cómo será su vida cotidiana en el Congreso cuando reasuma la banca?

–Distinta obviamente a lo dos mandatos anteriores. Va a ser una experiencia nueva y difícil, por eso me estoy preparando duro. No soporto seguir de espectador en una etapa tan importante de nuestra historia donde creo que se está diseñando la matriz de un tipo de sociedad más justa.

–¿La institución deberá adaptarse para facilitar su participación?

–El Congreso debería anoticiarse de que cada vez va a ser más común que, fruto del avance científico y tecnológico, nos representen personas con capacidades diferentes. De todas maneras, inicialmente creo que es más sencillo que me adapte yo a que lo tenga que hacer el Congreso. Pero si logro sobrevivir a la cumbia y reggaeton que escuchan mis hijos, de 6 y 10 años, voy a salir muy fortalecido como para adaptarme a cualquier situación.

La visión aldeana

Rivas está acompañado por dos de sus compañeros de siempre: el diputado Ariel Basteiro y el secretario de Relaciones Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete, Oscar González. Los tres son de origen gallego, los tres son socialistas desde muy jóvenes. Rivas fue presidente del Partido Socialista de la provincia de Buenos Aires, a mediados de 2007 fue artífice de la incorporación del PS bonaerense a la coalición que postulaba a Cristina Fernández como presidenta. El acercamiento sacudió al socialismo. Basteiro y González fueron acusados por el Tribunal de Disciplina, por colaborar con el kirchnerismo desde el Gobierno y el Parlamento. El Tribunal pidió la expulsión de ambos, la resolución se conocerá en el próximo congreso partidario. Rivas es muy crítico con esa medida, de la que responsabiliza a “la facción” que encabeza el partido a nivel nacional. El presidente es el senador santafesino Rubén Giustiniani. Rivas define a la línea dominante en el partido como “socialismo radical”.

–¿Cómo tomó la decisión de la conducción del Partido Socialista de expulsar a los afiliados que siguen en el Gobierno?

–Por supuesto que mal, no tanto por las expulsiones de los amigos, que como toda decisión grotesca mueve a risa y esconde una mediocridad triste. Además, porque esa decisión rompe la mejor tradición de respeto a la diversidad y a la horizontalidad. Las diferencias políticas se resuelven debatiendo y no con un manual de disciplina. El paradigma del orden es para la Iglesia y las dictaduras, no para el Partido Socialista en tanto partido democrático.

–¿Cuál fue su evaluación del conflicto por las retenciones y del papel que jugaron el Partido Socialista y Hermes Binner a lo largo del debate?

–El proyecto que envió el Ejecutivo al Congreso no sólo era y es aún hoy votable, sino reivindicable, ya que lo que subyacía es si debe o no intervenir el Estado en la economía y cómo se distribuye el excedente concentrado fundamentalmente en los grandes exportadores. También nos permite debatir quién y por qué debe financiar el gasto social en nuestro país, debatiendo, como debe ser, la pobreza junto a la riqueza, dándole vida a aquella maravillosa frase de Juan B. Justo: “Si en el banquete de la vida no hay lugar para todos es porque algunos ocupan demasiado lugar”. Perdimos una buena oportunidad de acomodarnos mejor a la mesa. No se comunicó bien, el diablo metió la cola, la derecha vio la hendija y se defendió bien y el Gobierno paga costos por una medida claramente de avanzada. En cuanto a esa parte del PS, para variar, está desorientada y hace rato que no encuentra el norte. Binner privilegia la cuestión electoralista y tiene una visión aldeana por sobre la cuestión nacional, que es cómo es distribuir la riqueza. Allá él.

–¿Usted cree que los actuales dirigentes del Partido Socialista traicionaron las banderas partidarias o la historia del socialismo en la Argentina da para todo?

–Pienso que hacen una lectura muy equivocada de la etapa.

–Es posible que en Diputados, cuando usted haya vuelto a asumir la banca, la oposición presione para tratar en el recinto la eliminación de las retenciones? ¿Qué hará usted si llega ese momento?

–Le adelanto que estoy a favor de las retenciones.

–¿Qué le parece que Julio Cobos haga campaña contra el candidato del Frente para la Victoria en Corrientes?

–Le aclaro que tengo aprecio personal por Julio Cobos, pero creo que desde la madrugada del voto no positivo con madrugada incluida, no paró de cometer errores concatenados, quizás el último haya sido volver a la casita de los viejos. Y lo de Corrientes tienes que inventariarlo entre los errores.

–¿La coalición entre Binner, Cobos y la Coalición Cívica puede llegar a ganar la presidencia en 2011?

–Creo que no tienen destino.

–¿Por qué?

–Porque lo único que los mueve es su vocación lúdica de ganar, pero no hay programa de reformas, al menos que se conozcan.

–En uno de sus últimos escritos, usted dijo que la política actual se caracteriza por la falta de rebeldía juvenil. ¿Cree que es necesaria mayor participación de los jóvenes? ¿Falta mayor rebeldía?

–A los jóvenes les faltan espacios alternativas de participación. La juventud está en todos los partidos pero muy oligarquizada. Falta horizontalidad. Creo que los jóvenes lo van a cambiar.

–¿Qué piensa de la candidatura del intendente de Morón, Martín Sabbatella?

–Es un buen amigo, y creo que es bueno que haga su experiencia.

Políticas preventivas

El ruido del helicóptero de la Policía Federal vuelve a colarse por la ventana. La máquina sobrevuela por las cúpulas del desaparecido hotel Majestic, cuyo edificio hoy alberga a una repartición de la AFIP. Basteiro ceba un mate con un termo que lleva las iniciales de Mirtha Legrand. Es un obsequio que recibieron tras una invitación al programa de la señora de los almuerzos. El zumbido del helicóptero hace que la entrevista gire hacia la problemática de la seguridad. Lector cotidiano de los diarios, Rivas está informado de la movilización que en ese momento circula por el centro de la ciudad. También está al tanto del debate alrededor de la posibilidad de impulsar una ley penal juvenil. Basteiro le cuenta que acaba de recibir por correo electrónico el proyecto de la diputada Vilma Ibarra, uno de los borradores que están abordando la materia.

–El crimen de Capristo impulsó los reclamos de que se sancione una ley penal juvenil. Una normativa que incorpore a los menores de 14 años al régimen penal: con un fiscal, un abogado defensor y un juez. Hoy los menores que cometen delitos son juzgados según el régimen tutelar y se los recluye en institutos. ¿Es necesario impulsar una nueva ley?

–No es la solución a la inseguridad judicializar a los menores.

–Eugenio Zaffaroni, Daniel Scioli y el propio Kirchner ya se pronunciaron a favor de sancionar una nueva ley penal juvenil.

–Realmente habría que ver el proyecto para opinar seriamente. Pero no tengo dudas de que por ahí no pasa la solución.

–¿Y por dónde pasa la solución?

–Las causas son múltiples, la solución más fuerte es la integración con igualdad.

–Francisco de Narváez está haciendo campaña, centralmente, con el reclamo de mayor seguridad. En los últimos dos meses, la mayoría de las encuestas coincidió en que De Narváez había subido en las encuestas. ¿Qué tanto puede crecer una propuesta política organizada en torno a la inseguridad?

–Por respeto a las víctimas, me parece infame usar ese tema electoralmente. Además, ¿quién le puede creer al señor del marisco tatuado que le interesa realmente la inseguridad del pueblo?

–¿Está informado de la evolución de la causa judicial por el robo y la agresión que sufrió aquella madrugada en Lomas de Zamora?

–No mucho. Sé que en breve van a juicio oral.

–¿Y está conforme con la actuación de la Justicia en el caso?

–La Justicia hará, dentro de sus limitaciones, lo que pueda para desentrañar un episodio que no es fácil. Esto que me pasó me refuerza en pelear por políticas preventivas. Cuando el patrullero llega ya es tarde, el daño ya está hecho.

La dinámica de los tiempos

La charla deriva por un instante al fútbol, algo inexorable entre caballeros. Rivas es hincha de River y Temperley. Sus amigos lo identifican como un pésimo jugador de fútbol pero un aficionado al tenis bastante respetable, difícil de vencer. Ante las bromas por su condición de riverplatense, Rivas confía en el regreso de los viejos ídolos. Aquellos a los que se les perdona todo. “Ahora vuelve Orteguita y estamos otra vez en carrera”, amenaza. Pero la política vuelve al centro de la conversación y Rivas parece disfrutar de las referencias a la actualidad más inmediata: así van pasando las consultas sobre el futuro del peronismo, las candidaturas testimoniales, la crisis económica, la Ley de Radiodifusión, la continuidad del ciclo kirchnerista.

–¿La Argentina está en las puertas de una restauración conservadora?

–No creo. Aunque convengamos que lo que se visualiza en el escenario político como oposición o como alternativa está claramente a la derecha del Gobierno. Y si así fuera sería una catástrofe para el campo popular y de la izquierda democrática porque significaría debilitar nuevamente una histórica posibilidad de hacer cambios profundos e implicaría un enorme retroceso social. Volveríamos a vivir paradigmas que suponemos superados. Por eso la elección próxima legislativa adquiere gran relieve: no es poca cosa saber si vamos a contar con la fuerza determinante en el Congreso para profundizar los cambios o retroceder, ya que la dinámica de los tiempos no dejan lugar para mesetas.

–¿La derecha ha tomado la iniciativa?

–La derecha está agazapada y tiene actores muy influyentes para penetrar en el tejido social. Está siempre lista para explotar políticamente cualquier contradicción. Y ya hemos visto cómo se comportan cuando se trata de defender sus privilegios. De todas maneras, van a volver a tomar la iniciativa sólo si lo permitimos y yo estoy convencido de que la enorme mayoría va a leer bien la etapa y va a votar en consecuencia.

–¿Ya empezó la etapa poskirchnerista?

–En tanto etapa de transformaciones, por supuesto que no. Una de nuestras tareas es precisamente sumar masa crítica para ayudar a que las transformaciones no se detengan y se den a un ritmo más acelerado porque somos conscientes de que aún existe desigualdad fenomenal.

–¿El peronismo ya está empezando otro giro drástico en su histórico juego pendular de izquierda a derecha?

–No soy peronólogo. Pero creo que como en todo movimiento o partido sociológicamente mayoritario, izquierda y derecha disputan todo el tiempo y hoy claramente es el ala de izquierda el que gravita y decide. Desde afuera veo contradicciones innecesarias, pero el poder no es lineal, reconozco que si no sería fácil. Una cosa es decir frases ocurrentes y otra es gobernar.

–Usted es bonaerense, ¿qué le parece una posible candidatura de Daniel Scioli a diputado?

–El socialismo de la provincia de Buenos Aires integra un frente con el PJ y otras fuerzas y el PJ va a elegir sus candidatos, nosotros ya elegimos los nuestros democráticamente. De todos modos, si me dejo llevar por las encuestas, como decimos en el barrio, Scioli es un jugador que todos queremos en nuestro equipo. Y el gesto de que siendo gobernador juegue anunciándole de antemano a la ciudadanía que lo hace testimonialmente para apoyar el proyecto nacional es fuerte y da una noción de la importancia de la elección.

–¿Qué opina del debate por la Ley de Radiodifusión?

–Creo que es muy oportuno sancionar una nueva ley y terminar con la herencia de la dictadura y sobre el enfrentamiento de algunos medios con el Gobierno creo que ya es grosero y subestima a su público.

–¿Argentina está en recesión, o como dice Kirchner ya hay signos de reactivación económica?

–Para que le tratemos de dar dimensión le doy un solo ejemplo, el de un país al que hace algún tiempo íbamos a buscar trabajo. Leía un informe objetivo que arroja el escalofriante dato de que en España se espera para fin de año una tasa de desempleo del 30 por ciento, con el saldo y las consecuencias que los argentinos conocimos. Vayamos por más pero cuidemos lo que se ha conseguido económicamente en estos años. El mundo está atravesando problemas serios, que nos afectan como parte de él. Veo signos de cierta sana autonomía producto de un mayor consumo interno. Si bien es una especialidad de la casa dilapidar oportunidades, seamos esta vez serios y profundicemos la tenue reactivación que se balbucea.

viernes, 27 de febrero de 2009

Por batirse a duelo?

Lic. Ricardo Romero
Grupo Pensar Socialista


Así como Alfredo Palacios fue expulsado con la excusa que se batía a duelo, cuando

en realidad un profundo debate con Juan B. Justo, sobre un socialismo de raigambre nacional frente a uno internacionalista, provocó la decisión; En el presente, son echados del Partido Socialista, los compañeros Oscar González y Ariel Basteiro por “incitar a la violencia” en un Congreso, que nada tenía de pacífico y por el contrario, pretendía silenciar a aquellos socialistas que entienden que el Partido debe acompañar cambios impulsados por el actual gobierno nacional y no estar aliado al poder concentrado del campo y el capital financiero.


Casi cien años después, el Partido Socialista no logra aún poder contener los debates internos, y hoy la conducción del PS se atribuye el registro oficial del “ser socialista”, para apoyar a Elisa Carrio y a los ruralistas, y sostener que hay “una” línea, ser opositor, y de no seguirla, se buscan triquiñuelas para dejar fuera del partido, y por ende, sacarle la condición de “ser socialista” a quienes piensan diferente. Aquí, me gustaría retomar el ejemplo de Alfredo Palacios, quien si bien no siguió la disciplina partidaria, quién se atrevería a decir que el mosquetero no era socialista?. Más aún, con su ejemplo, quién podría afirmar que el avance del socialismo se da sólo dentro del partido?.

Es importante comprender que la construcción política se desarrolla desde diferentes ámbitos sociales, culturales, políticos e institucionales, y especialmente, en una determinada estructura social y política. En tal sentido, cabe preguntarse, si la construcción del socialismo en Argentina debe seguir el canon del republicanismo socialdemócrata, que lleva al Partido a aliarse a liberales, o debe pensarse en la articulación, con movimientos sociales y populares, junta a la convergencia latinoamericanista, para llevar una coalición de gobierno que permita avanzar en derechos económicos y sociales.

El Partido Socialista necesita un debate profundo para poder ser una expresión política capaz de orientar hacia el socialismo a una Argentina sumida en la presión de los agronegocios y las finanzas; y no puede cerrarse o dirimirse bajo la decisión burocrática de bloques circunstanciales. Se intenta en estas líneas apelar al republicanismo para llamar a la reflexión a la conducción del partido, y que se busquen canales de discusión que permitan contener el debate y no recurrir a la expulsión con sinecuras administrativas. Así, el socialismo podrá crecer en argentina. Quizás la próxima Conferencia Nacional sea el ámbito adecuado.

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